Aún con el regustillo de los Goya y en puertas de la ceremonia de los Óscar, traemos un latinajo popularizado por el título de una película de Bigas Luna y Penélope Cruz.
Os suena, ¿verdad? Pero, ¿sabéis cuándo se usa? Como casi todas las expresiones venidas directamente del latín, volavérunt suena a profesor añejo de instituto, a marisabidillas a la hora del café y a cachondeo...
Así lo entiende también la Academia, que define el término como "expresión festiva usada para indicar que algo faltó del todo, se perdió o desapareció". Evidentemente, procede del latín volavērunt, volaron, tercera persona de plural del pretérito de indicativo de volāre, volar.
Y como lo bueno, si breve, dos veces bueno, pues aquí dejamos hoy este condimento que ya aderezaba las ensaladas romanas...
Bienvenidos a ENSALADA DE PALABRAS. En este blog trataremos de recopilar y aliñar nuestro particular surtido de palabras bonitas, curiosas, llamativas, extrañas e interesantes, generalmente desconocidas, de nuestro rico vocabulario del idioma castellano.
martes, 25 de febrero de 2014
miércoles, 19 de febrero de 2014
INTERACTUAR
Hace tiempo que no traíamos a esta bitácora alguna palabra de uso frecuente pero no recogida por la Academia en su lexicón, lo que convinimos en llamar PalabrasIncorrectas.
Efectivamente es imposible incluir todas las voces en un diccionario pero parece que, en este caso, los académicos han recogido el verbo menos extendido y omitido el más común; eso al menos nos parecía a primera vista y una búsqueda rápida en Google lo confirma: 517 000 resultados para 'interaccionar' frente a 3 410 000 para 'interactuar'.
Otros diccionarios son de nuestra opinión. El diccionario de María Moliner recoge ambas formas pero en la entrada de 'interaccionar' nos remite directamente a 'interactuar', que a su vez define como "ejercer una interacción". En el diccionario Clave se dan definiciones distintas para ambos verbos; interactuar es "relacionarse de forma recíproca con varias cosas, especialmente si es entre un ordenador y su usuario" mientras que interaccionar es "participar conjuntamente dos o más personas en un proyecto común".
En definitiva parece que, en esta ocasión, la Academia y los hablantes del castellano hemos seguido caminos distintos. ¡Sin duda hace falta más interacción entre ambos!
Bien es verdad que la propia Academia expone que no pueden aparecer en el DRAE todas las palabras del mundo mundial porque sería inabarcable, pero existen casos tan sangrantes como socioeconomía o bidimensional.
Y también es curioso el caso del término de hoy: interactuar. No aparece en el diccionario de la Real Academia aunque esta sí admite interacción [Acción que se ejerce recíprocamente entre dos o más objetos, agentes, fuerzas, funciones, etc.], interactivo e incluso interaccionar [Ejercer una interacción]. ¿No os parece sorprendente? ¡Si es casi el verbo del siglo XXI!Efectivamente es imposible incluir todas las voces en un diccionario pero parece que, en este caso, los académicos han recogido el verbo menos extendido y omitido el más común; eso al menos nos parecía a primera vista y una búsqueda rápida en Google lo confirma: 517 000 resultados para 'interaccionar' frente a 3 410 000 para 'interactuar'.
Otros diccionarios son de nuestra opinión. El diccionario de María Moliner recoge ambas formas pero en la entrada de 'interaccionar' nos remite directamente a 'interactuar', que a su vez define como "ejercer una interacción". En el diccionario Clave se dan definiciones distintas para ambos verbos; interactuar es "relacionarse de forma recíproca con varias cosas, especialmente si es entre un ordenador y su usuario" mientras que interaccionar es "participar conjuntamente dos o más personas en un proyecto común".
En definitiva parece que, en esta ocasión, la Academia y los hablantes del castellano hemos seguido caminos distintos. ¡Sin duda hace falta más interacción entre ambos!
viernes, 7 de febrero de 2014
BIGORNIA
Después de unos días de inactividad, volvemos a moldear nuestro vocabulario sobre nuestra tabla de cocina lingüística.
Hace pocos meses se publicó la última aventura de Astérix y los valerosos galos -Astérix y los Pictos-, entrega que, por cierto, aún tenemos pendiente de lectura. Habíamos reservado una palabrita para entonces y se nos pasó la ocasión, pero como son irreductibles... ¡ha resistido en nuestro recetario!
Uno de los personajes más polémicos de la aldea es Esautomátix, el herrero. Casi siempre rivalizando con Ordenalfabétix, el pescadero, y humillando a Asurancetúrix, el bardo, y siempre aporreando estrepitosamente su yunque con su martillo de herrero.
Pues bien, el yunque, un objeto y un vocablo curioso de por sí [Según la RAE, del latín incus, -ūdis, es el prisma de hierro acerado, de sección cuadrada, a veces con punta en uno de los lados, encajado en un tajo de madera fuerte, y a propósito para trabajar en él a martillo los metales], puede resultar aún más característico.
Cuando el yunque posee dos puntas opuestas, como el del vigoroso galo, se denomina bigornia, pero no tiene nada que ver con su vigor sino con sus cuernos (del yunque); proviene del latín bicornĭa, plural neutro de bicornĭus 'de dos cuernos'.
El DRAE recoge además una expresión interesante que pertenece al ámbito de la germanía: los de la bigornia, que se refiere a la "gente pendenciera que andaba en cuadrilla para hacerse temer". La Academia no indica origen alguno pero, según otras fuentes, tiene que ver con un antiguo sombrero de dos puntas propio de los estudiantes; así que los de la bigornia fueron en un principio los estudiantes tunantes...¡¡la tuna!!
¿Hay algún pendenciero entre los lectores que se considere miembro de la bigornia? ¿Quizás algún tuno que nos pueda confirmar lo del sombrero estudiantil? ¿Y algún herrero que nos explique la utilidad específica de la bigornia? ¡Lo que dan de sí un par de cuernos!
Hace pocos meses se publicó la última aventura de Astérix y los valerosos galos -Astérix y los Pictos-, entrega que, por cierto, aún tenemos pendiente de lectura. Habíamos reservado una palabrita para entonces y se nos pasó la ocasión, pero como son irreductibles... ¡ha resistido en nuestro recetario!
Pues bien, el yunque, un objeto y un vocablo curioso de por sí [Según la RAE, del latín incus, -ūdis, es el prisma de hierro acerado, de sección cuadrada, a veces con punta en uno de los lados, encajado en un tajo de madera fuerte, y a propósito para trabajar en él a martillo los metales], puede resultar aún más característico.
Cuando el yunque posee dos puntas opuestas, como el del vigoroso galo, se denomina bigornia, pero no tiene nada que ver con su vigor sino con sus cuernos (del yunque); proviene del latín bicornĭa, plural neutro de bicornĭus 'de dos cuernos'.
El DRAE recoge además una expresión interesante que pertenece al ámbito de la germanía: los de la bigornia, que se refiere a la "gente pendenciera que andaba en cuadrilla para hacerse temer". La Academia no indica origen alguno pero, según otras fuentes, tiene que ver con un antiguo sombrero de dos puntas propio de los estudiantes; así que los de la bigornia fueron en un principio los estudiantes tunantes...¡¡la tuna!!
¿Hay algún pendenciero entre los lectores que se considere miembro de la bigornia? ¿Quizás algún tuno que nos pueda confirmar lo del sombrero estudiantil? ¿Y algún herrero que nos explique la utilidad específica de la bigornia? ¡Lo que dan de sí un par de cuernos!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)