Bienvenidos a ENSALADA DE PALABRAS. En este blog trataremos de recopilar y aliñar nuestro particular surtido de palabras bonitas, curiosas, llamativas, extrañas e interesantes, generalmente desconocidas, de nuestro rico vocabulario del idioma castellano.
El otro día dice el abuelo: "¡¡...y dale con la cancamusa!!". No fue la primera vez que escuchábamos esa expresión tan propia de él, pero sí fue cuando nos percatamos de que era un término merecedor de su propio espacio en la Ensalada.
¡¡Y más cuando vimos que la Real Academia lo recoge como término desusado...!! ¿Es posible, toda la vida escuchándolo?
Pues sí, según el DRAE, cancamusa es un sustantivo coloquial y desusado -no documentado por la Academia después de 1900- que hace referencia al "dicho o hecho con que se pretende desorientar a alguien para que no advierta el engaño de que va a ser objeto".
Efectivamente, ese es el uso familiar y en el pueblo todo el mundo lo entiende así; una cancamusa es un cuento chino, una trola, un infundio...
Además esta palabra nos ha hecho recordar -y disfrutar a mandíbula batiente- una de las mejores secuencias de Cruz y Raya, donde la cancamusa tenía un papel relevante:
Lo que no sabemos es si los humoristas emplearon el término con sentido o sólo para enmarañar la situación cómica... En cualquier caso, señores académicos, si quieren documentar y revitalizar este vocablo, ¡¡pasen por casa cuando quieran!!
La palabra que traemos hoy no resultará extraña ni desconocida; tampoco parece especialmente bella, aunque su puntito como esdrújula no se lo podemos negar... Pero si le hemos dedicado esta entrada es por estar de plena actualidad.
Un bólido -del francés bolide, este del latín bolis, -ĭdis 'meteoro', y este del griego βολίς 'arma arrojadiza, tiro'- es un "vehículo automóvil que alcanza extraordinaria velocidad, especialmente el que participa en carreras". Fácil y habitual, ¿no?
Pero aparte de los que compiten en los circuitos automovilisticos, y en España también en los aeropuertos, hay otros bólidos que están de moda en los cielos del mundo y que ocupan la segunda acepción en el DRAE: "masa de materia cósmica de dimensiones apreciables a
simple vista que, con la apariencia de un globo inflamado, atraviesa
rápidamente la atmósfera y suele estallar y dividirse en pedazos".
Cheliábinsk ; 15 de febrero de 2013
Parece que los astros se han puesto de acuerdo últimamente. A punto de acabarse el mundo hace unos días -otra vez- por el asteroide que más se ha aproximado a la Tierra sin colisionar, los telediarios nos han bombardeado con las imágenes del bólido que ha causado centenares de heridos en Rusia y recuperando los vídeos de otro más cercano e inofensivo, sobre Madrid.
La fina línea que separa meteoritos, bólidos y asteroides nos queda en otra dimensión y se la dejamos a los expertos. Nosotros nos conformamos con haber alcanzado la órbita de los 50 000 visitantes. ¡Estratosférico para nuestras pretensiones!
Y en esta fecha señalada en los calendarios del romanticismo y los centros comerciales, además de (re)descubrir un nuevo término, vamos a sorprenderos con la excelente iniciativa Tejiendo la Ciudad, de mano de nuestras amigas de Mildred Mola, a las que os presentamos junto a un colorido catálogo de epónimos de diseño.
En este mundo deshumanizado y global han propuesto una actividad cercana, alegre y desinteresada, para disfrutar de los pequeños detalles. No hay más que verlo en sus reportajes... ¡¡Enhorabuena chicas, seguid con ese entusiasmo desbordante y esas iniciativas rompedoras!!
Pero
bueno, volvamos a lo nuestro, a tejer letras para formar palabras
sorprendentes. El año pasado, con motivo de este santo del amor que nunca existió -según el ilustre Ricardo Soca-, aprendimos lo que es estaramartelado/a y este año Débora, fiel colaboradora, nos descubre al amante en toda su plenitud.
Y es que los amantes no son sólo los que aman, o los hombres y mujeres que se aman (¿?), o incluso las personas que mantienen una relación sentimental sin vínculos regulados por la ley... Un amante, en el ámbito de la marina, es un cabo grueso que, asegurado por un extremo en la cabeza
de un palo o verga y provisto en el otro de un aparejo, sirve para
resistir grandes esfuerzos.
Ambas entradas del DRAE poseen distintas etimologías; la más extendida proviene del antiguo participio activo de amar -latín amans, -antis-, mientras que la acepción marina procede del griego ἱμάς, -άντος 'correa'.
Y si los que se dedican a controlar -o descontrolar-
el amor son los amantes, ¿quiénes serán los que controlen a los amantes
(además de los cónyuges despechados y los detectives)? ¡¡Pues los
amanteros!! Un amantero es un obrero portuario que dirige las maniobras de carga y descarga. Desde luego una tarea dura, pero nadie dijo que el amor fuera fácil...
Amantes de las palabras, ¡feliz día de los amantes!
Con esta entrada damos por inauguradas las carnestolendas ensaladeras. ¡La fiesta de la carne!
Efectivamente, este bello vocablo es sinónimo de carnaval. Carnestolendas se usa únicamente en plural y procede directamente del latín caro, carnis, carne, y tollendus, de tollĕre, quitar, retirar, mientras que su afín, carnaval, procede del italianocarnevale, haplología del antiguo carnelevare, de carne, carne, y levare, quitar, y este calco del griego ἀπόκρεως.
Todo el mundo puede dar una definición más o menos festiva para carnaval; las del DRAE son las siguientes:
-Los tres días que preceden al comienzo de la Cuaresma.
-Fiesta popular que se celebra en tales días, y consiste en mascaradas, comparsas, bailes y otros regocijos bulliciosos.
-Despectivamente, conjunto de informalidades y actuaciones engañosas que se reprochan en una reunión o en el trato de un negocio.
Estas fiestas de origen pagano se han asociado principalmente con el catolicismo, por lo que representan. Y seguro que muchos lectores, al igual que nosotros, tendréis la sempiterna duda de cómo se fijan las fechas de carnaval y por qué algunos años son mucho más tempraneros que otros. Pues bien, ¡salgamos de dudas!
Según hemos leído por ahí, la Semana Santa viene señalada por la primera luna llena tras el equinoccio de primavera; los cuarenta días anteriores, entre el miércoles de Ceniza y el Jueves Santo, corresponden al periodo denominado Cuaresma, un tiempo de ayuno y abstinencia; en oposición a su severa formalidad litúrgica se sitúan los tres días previos, días festivos de mayor permisividad y desenfreno, las carnestolendas.
Así que, para empezar a disfrutar del carnaval, os dejamos un par de muestras de nuestras chirigotas gaditanas favoritas que, con sus simpáticas y ácidas letras, sacan sonrisas y carcajadas hasta de la triste actualidad. ¡¡El año que viene estaremos de nuevo por allí!!
La fama quema y el pueblo de Borja (Zaragoza) con su eccehomo está perdiendo tirón en los medios. Este vocablo de significado tan religioso -imagen de Jesucristo como lo presentó Pilatos al pueblo- y etimología tan latina y fiel -del latín ecce, he aquí, y homo, el hombre- ha dado paso en los últimos tiempos a un nuevo fenómeno social. La creadora de la obra de arte, que ha llegado a dar las campanadas en una cadena de televisión nacional, pierde fuelle respecto a la nueva protagonista de noticiarios, programas de humor y, sobre todo, de los mensajes virales.
Esta buena mujer ha alcanzado su minuto de gloria precisamente por quejarse de un tema muy serio con unos términos muy simpáticos:
“No te pongas (enferma) a las nueve que no te vale el santolio. Como te dé una miaja de apechusque, la roscas.”
¡No tiene desperdicio!
¡Empecemos la casa por el tejado! Roscar, con el significado de morir, no aparece en el DRAE. Miaja -mieja en algunas zonas de España- es una migaja, una porción pequeña y menuda de algo; se entiende que la mujer se refería a algo pequeño, leve, sin importancia... Y una palabra tan bonita como apechusque, que ya había hecho llegar Irene a la Ensalada pero que no habíamos incluido por ser un localismo, ha conseguido hacerse con un comentario en el blog; es una palabra que se usa únicamente en plural, restringida a Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia, para aludir a los utensilios, herramientas o instrumentos de un oficio o arte; la señora, sin embargo, lo utiliza como sinónimo de soponcio, indisposición, desmayo, ataque...
Pero el gran descubrimiento está al principio: santolio. La gente conjetura si se quería referir al sanatorio, al santoral católico o a un santo en particular pero, para nuestra sorpresa, el término existe así, tal cual. Santolio es una forma rural para aludir a la segunda acepción de óleo: por antonomasia, óleo que usa la Iglesia en los sacramentos y otras ceremonias. La Academia indica que se usa más en plural: los santos óleos. ¡Ajá! Así que era así de fácil... ni San Tolio ni nada... santolio, santo óleo.
¡¡Qué grande y sabia la cultura popular!! Aunque esperemos que la señora se equivoque en su predicción...