Tenemos que tirar de tópico para afirmar que se ha ido uno de los grandes. Tony Leblanc, entretenedor de muchas generaciones, se ha cansado de este mundo en que Los Tramposos escamotean miles de millones sin el atenuante de la graciosa picaresca española, mientras que las fuerzas de seguridad alardean de todo lo infame de Torrente pero sin el cachondeo y la música de El Fary.
A este polifacético artista le ha dado tiempo a hacer de todo en sus noventa años de vida. Además de jugar al fútbol, boxear, cantar, bailar y actuar, ha conseguido grabar en la memoria colectiva un simpático término que recogemos en la Ensalada para que sirva como pequeño homenaje.
Tony Leblanc creó algunos personajes cómicos para televisión española, entre ellos Cristobalito Gazmoño, un niño repelente y revoltoso, con su aro bajo el brazo, muy popular en los años 70.
Pues bien, el singular apellido tiene su intríngulis. Gazmoño aparece recogido en el DRAE como "que afecta devoción, escrúpulos y virtudes que no tiene", algo demasiado corriente. Su etimología es de origen incierto pero ya aparecía en el Diccionario de Autoridades de 1734 con una definición muy similar; así que, por si acaso se os había ocurrido, Tony no fue el creador de esta palabra pero sí revitalizó su uso con su personaje.
Quizá sea simplemente eso. Tony ha debido pensar que un gazmoño estaba bien pero que tantos como se pueden ver hoy en día ya era demasiado... Descanse en paz.
Bienvenidos a ENSALADA DE PALABRAS. En este blog trataremos de recopilar y aliñar nuestro particular surtido de palabras bonitas, curiosas, llamativas, extrañas e interesantes, generalmente desconocidas, de nuestro rico vocabulario del idioma castellano.
domingo, 25 de noviembre de 2012
martes, 13 de noviembre de 2012
RICACHÓN/A
En las últimas semanas la prensa ha repetido incansablemente noticias y estadísticas acerca de la influencia de la crisis económica sobre las desigualdades sociales. Sirvan como ejemplo estas noticias de El Pais, El Mundo o RTVE, que explican que las diferencias económicas de la sociedad española se están volviendo más acusadas; mientras que cada vez más familias se encuentran bajo el umbral de la pobreza, aumentan las grandes fortunas y el número de ricachones.
Esto es un hecho y parece bastante feo. No sólo por la alarmante e inaceptable situación social, sino desde el punto de vista lingüístico.
Pese a las estadísticas, para la Real Academia no existen tales ricachones ya que este término de uso común no está recogido en el DRAE. Sin embargo sí aparece la forma ricacho/a, menos extendida, y se define como la forma coloquial para denominar a la persona acaudalada, aunque de humilde condición o vulgar en su trato y porte.
Desde la Ensalada queremos abogar por la desaparición de ricachones y ricachos. Y si es mucho pedir, pues que sólo queden algunos, los más simpáticos como el Tío Gilito y divertidos como el Sr. Burns.
Esto es un hecho y parece bastante feo. No sólo por la alarmante e inaceptable situación social, sino desde el punto de vista lingüístico.
Pese a las estadísticas, para la Real Academia no existen tales ricachones ya que este término de uso común no está recogido en el DRAE. Sin embargo sí aparece la forma ricacho/a, menos extendida, y se define como la forma coloquial para denominar a la persona acaudalada, aunque de humilde condición o vulgar en su trato y porte.
domingo, 4 de noviembre de 2012
ASPERGES
Esta ha sido una semana muy cargada de gran simbolismo religioso; hemos celebrado el Día de los Santos y el Día de los Difuntos, lo que nos ha servido para conocer el canto coloquial para difuntos -el kirieleisón- en nuestra última entrada.
Como colofón rematamos la faena hoy domingo, día del Señor. Los cristianos acuden a las iglesias para celebrar la eucaristía, donde el latín sigue siendo la lengua litúrgica oficial. De ahí que hayamos heredado Latinajos tan interesantes como este.
Procedente del latín asperges, rociarás, obtenemos el término castellano asperges. En su primera acepción, la Academia lo define como "antífona que dice el sacerdote al rociar con agua bendita el altar y la congregación de fieles". Si os encontráis en nuestra situación, los profanos en la materia necesitaréis el significado de antífona; es un "breve pasaje, tomado por lo común de la Sagrada Escritura, que se canta o reza antes y después de los salmos y de los cánticos en las horas canónicas, y guarda relación con el oficio propio del día". Pero es que además posee una segunda acepción mucho más prosaica y terrenal, y es que antífona es un forma desusada y coloquial para denominar las nalgas...¡Un vocablo latino que encierra lo divino y lo humano!
Pero volvamos al término que nos ocupa. Asperges también puede referirse coloquialmente a un hisopo, tanto para el utensilio que se emplea en las iglesias para dar o esparcir agua bendita como para el manojo de ramas pequeñas que se usa con el mismo fin. ¿De verdad es más coloquial asperges que hisopo? ¡Vaya semanita!
Y una última acepción relacionada, coloquial a la par que festiva, cualquier rociadura o aspersión en general también se puede denominar asperges...
Esta salpicadura de acepciones nos va a permitir terminar con un comentario familiar. En casa siempre se ha pronunciado guisopo y dar un guisopazo y ahora podemos salir de dudas acerca de su corrección. Efectivamente, guisopo aparece en el DRAE como forma desusada (Sres. Académicos, ¡el abuelo todavía la emplea!); pero no ocurre lo mismo con guisopazo, el Diccionario sólo recoge la forma hisopazo para las rociadas o golpes dados con el hisopo.
¡Podéis ir en paz!
Como colofón rematamos la faena hoy domingo, día del Señor. Los cristianos acuden a las iglesias para celebrar la eucaristía, donde el latín sigue siendo la lengua litúrgica oficial. De ahí que hayamos heredado Latinajos tan interesantes como este.
Procedente del latín asperges, rociarás, obtenemos el término castellano asperges. En su primera acepción, la Academia lo define como "antífona que dice el sacerdote al rociar con agua bendita el altar y la congregación de fieles". Si os encontráis en nuestra situación, los profanos en la materia necesitaréis el significado de antífona; es un "breve pasaje, tomado por lo común de la Sagrada Escritura, que se canta o reza antes y después de los salmos y de los cánticos en las horas canónicas, y guarda relación con el oficio propio del día". Pero es que además posee una segunda acepción mucho más prosaica y terrenal, y es que antífona es un forma desusada y coloquial para denominar las nalgas...¡Un vocablo latino que encierra lo divino y lo humano!
Pero volvamos al término que nos ocupa. Asperges también puede referirse coloquialmente a un hisopo, tanto para el utensilio que se emplea en las iglesias para dar o esparcir agua bendita como para el manojo de ramas pequeñas que se usa con el mismo fin. ¿De verdad es más coloquial asperges que hisopo? ¡Vaya semanita!
Y una última acepción relacionada, coloquial a la par que festiva, cualquier rociadura o aspersión en general también se puede denominar asperges...
Esta salpicadura de acepciones nos va a permitir terminar con un comentario familiar. En casa siempre se ha pronunciado guisopo y dar un guisopazo y ahora podemos salir de dudas acerca de su corrección. Efectivamente, guisopo aparece en el DRAE como forma desusada (Sres. Académicos, ¡el abuelo todavía la emplea!); pero no ocurre lo mismo con guisopazo, el Diccionario sólo recoge la forma hisopazo para las rociadas o golpes dados con el hisopo.
¡Podéis ir en paz!
jueves, 1 de noviembre de 2012
KIRIELEISÓN
Hoy es un día muy señalado y emotivo para la tradición católica. Cada 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos, una fecha para el recuerdo de los seres queridos fallecidos. En España se visitan los cementerios para rezar y colocar flores en las tumbas, además de conservarse otras costumbres como la representación de Don Juan Tenorio o los alimentos típicos de esta festividad: buñuelos de viento, huesos de santo, gachas...
En los últimos tiempos, una tradición pagana europea de origen celta, que nos llega rebotada desde Estados Unidos, está ganando terreno a marchas forzadas; las calabazas, las bromas y los disfraces de Halloween están por todas partes.
Desde la Ensalada os queremos presentar un término muy singular, relacionado con esta celebración. Su sonido y su apariencia podrían hacernos pensar que su origen está en esos ancestros célticos, pero nada más lejos de la realidad... Su origen es cristiano.
Kirieleisón procede del latín cristiano kyrie eleison, y este este [errata del DRAE] del griego bizantino Κύριε '¡oh Señor!' y ἐλέησον 'ten piedad'. Su primera acepción nos remite a kirie, mientras que la segunda lo define como "canto de los entierros y oficios de difuntos" pero, ¡ojo al dato!, ¡en el ámbito coloquial! Seguro que es de uso común en los hogares de nuestros académicos...
Además se incluye una locución verbal, también coloquial: cantar el kirieleisón, con el significado de pedir misericordia.
Indaguemos un poco más sobre su raíz. Kirie, procedente del griego Κύριε, vocativo de Κύριος 'Señor', es la "invocación que se hace a Dios, al principio de la misa, tras el introito" (usado más en plural). También recoge un par de expresiones coloquiales llamativas: llorar los kiries, con el sentido de llorar mucho; y la más simpática y chocante, localizada en Andalucía, echar los kiries por vomitar. ¡El gracejo de los jándalos y su particular manera de ver la vida...!
Y para cerrar, una curiosidad más sobre el tema. Si, como nosotros, os habéis preguntado la razón de honrar a los muertos el Día de los Santos cuando realmente el Día de los Difuntos es el 2 de noviembre, aquí tenéis la respuesta. Al parecer, el Día de los Santos se dedica a aquellas almas que ya han alcanzado el cielo, mientras que en el Día de los Difuntos se recuerda a las que aún se encuentran en el purgatorio.
Ya sabéis, ¡¡a cantar el kirieleisón para que muchas almas alcancen la gloria!!
Desde la Ensalada os queremos presentar un término muy singular, relacionado con esta celebración. Su sonido y su apariencia podrían hacernos pensar que su origen está en esos ancestros célticos, pero nada más lejos de la realidad... Su origen es cristiano.
Kirieleisón procede del latín cristiano kyrie eleison, y este este [errata del DRAE] del griego bizantino Κύριε '¡oh Señor!' y ἐλέησον 'ten piedad'. Su primera acepción nos remite a kirie, mientras que la segunda lo define como "canto de los entierros y oficios de difuntos" pero, ¡ojo al dato!, ¡en el ámbito coloquial! Seguro que es de uso común en los hogares de nuestros académicos...
Además se incluye una locución verbal, también coloquial: cantar el kirieleisón, con el significado de pedir misericordia.
Indaguemos un poco más sobre su raíz. Kirie, procedente del griego Κύριε, vocativo de Κύριος 'Señor', es la "invocación que se hace a Dios, al principio de la misa, tras el introito" (usado más en plural). También recoge un par de expresiones coloquiales llamativas: llorar los kiries, con el sentido de llorar mucho; y la más simpática y chocante, localizada en Andalucía, echar los kiries por vomitar. ¡El gracejo de los jándalos y su particular manera de ver la vida...!
Y para cerrar, una curiosidad más sobre el tema. Si, como nosotros, os habéis preguntado la razón de honrar a los muertos el Día de los Santos cuando realmente el Día de los Difuntos es el 2 de noviembre, aquí tenéis la respuesta. Al parecer, el Día de los Santos se dedica a aquellas almas que ya han alcanzado el cielo, mientras que en el Día de los Difuntos se recuerda a las que aún se encuentran en el purgatorio.
Ya sabéis, ¡¡a cantar el kirieleisón para que muchas almas alcancen la gloria!!
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