¡Empecemos a esclarecer nuestro enigma semántico!
Hay que tener cuidado con las etimologías aparentes; un hipogrifo no es un lavabo o un fregadero, por aquello de estar debajo del grifo [hipo-, del griego ὑπο-, 'debajo de']. Según el diccionario de la Real Academia, un hipogrifo, como su verdadera etimología indica (del griego ἵππος, caballo, y el latín tardío gryphus, grifo) es un animal fabuloso compuesto de caballo y grifo.
Controlad vuestra imaginación que el término sigue sin tener relación con el abastecimiento de agua... Realmente es un caballo alado con la cabeza y los miembros anteriores de un águila; algo parecido a esto:
Pero entonces, ¿qué es exactamente un grifo, criatura originaria del hipogrifo? Pues según el DRAE, aparte de la llave colocada en la boca de las cañerías (novena acepción) y del cabello crespo o enmarañado (primera acepción), es un "animal fabuloso, de medio cuerpo arriba águila, y de medio abajo león", que además corresponde con la etimología original (del latín tardío gryphus, latín gryps, gryphis, y este del griego γρύψ, γρυπός, grifo, animal fabuloso).
¡Veamos! ¿Cómo una criatura conformada por dos mitades da lugar a la mitad de otra criatura que a su vez se compone de la mitad de otro ser? ¡Nos tendría que salir una especie compuesta a cuartos o a tercios! O dicho de otra manera, si el grifo es león-águila y el hipogrifo es caballo-grifo (mitad anterior correspondiente al águila), ¿no se podría decir directamente que el hipogrifo es mitad caballo y mitad águila? ¡Qué paradoja mitológica!
Me encanta eso de "amores imposibles", que lo platónico ya tenía referente mitológico. Si me dejan, emplearé "amor hipogrifo" como ese "amor que no pué sé".
ResponderEliminarUn abrazo, se les adora.
Las palabras son de todos así que a disfrutarlas, que el mundo está lleno de "amores hipogrifos"...
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