
Empecemos por el dornillo, el recipiente donde había que majar los ingredientes del cojondongo, que tiene varias acepciones.

Realmente sorprendente la polivalencia de este utensilio, hasta ahora desconocido para nosotros, que lo mismo puede servir para la alimentación humana o del ganado, para fregar, para escupir... Mejor no saber lo que engloba la Academia en "otros usos"...
¡Pero sigamos tirando del hilo! Vamos a descubrir la segunda curiosidad acerca de la hortera, un término de origen incierto pero de sobra conocido y utilizado por todos aunque, normalmente, sólo en el sentido de su última acepción. Bien es verdad que hortera es algo "vulgar y de mal gusto", pero seguro que no todo el mundo sabe que podía ser también una cazuela -el sentido en el que equivale a dornillo-; y mucho menos que también es una forma de apodar, en Madrid, al mancebo de ciertas tiendas de mercader.
¡Pues sí que ha dado de sí el cojondongo! ¡¡Y es que en el universo del castellano no hay palabras horteras, todas tienen su adornillo!!
Anda, resulta que en Candeleda han cambiado una letra, hay miles de "Tornajos" perdidos por la sierra de Gredos, de cuando los cabreros echaban de comer a los cerdos cuando estaban en los chozos de verano. Se hacían con robles, y siempre lo he oido con T, no con D...pero es lo mismo, lo podeis comprobar en el diccionario candeleano que os regalé. Y el cojondongo tiene buena pinta, habrá que probarlo! Se parece al rin-ran en la foto...Saludos!
ResponderEliminarPor tus comentarios deducimos que sois muy independientes con la lingúística en Gredos... :)
Eliminar¡Nosotros encantados de que nos sigas aportando las particularidades de la comerca! ¡Gracias Lea!