¿Otro insulto nuevo para el recetario? Tiene toda la pinta... pero no, dos seguidos no, que no hemos tenido tan mala semana!!
No tiene nada que ver con la escasez de entendimiento; según el DRAE,
tontillo proviene de
tonelete y se puede referir al
"faldellín con aros de ballena o de otra materia que usaron las mujeres para ahuecar las faldas" o a la "pieza tejida de cerda o de algodón engomado, que ponían los sastres en los pliegues de las casacas para ahuecarlas". Algo parecido a esto:
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María Luisa de Parma con tontillo (Goya, 1789) |
Al parecer fue una prenda utilizada en España desde la segunda mitad del siglo XVII -durante el reinado de Carlos II- hasta finales del siglo XVIII. Esta falda, achatada por delante y por detrás, sustituyó al guardainfante empleado durante el reinado de Felipe IV, una especie de tontillo redondo, muy hueco, hecho de
alambres con cintas, que se ponían las mujeres en la cintura debajo de
la basquiña. El motivo es realmente curioso: el tontillo sustituyó al guardainfante dado el uso de este último por parte de las mujeres que querían ocultar embarazos no deseados -como indica su propia etimología, de guardar e infante-. Ambas prendas eran muy incómodas de llevar, sus grandes dimensiones suponían dificultades para el paso de puertas y el acceso a los coches y finalmente se abandonó su uso.
Estos llamativos términos y su curiosa circunstancia histórica nos los proporcionan las chicas de Frascuela, a las que agradecemos de nuevo su colaboración con este blog y aprovechamos para difundir su última iniciativa sobre el medio ambiente, un tentador concurso de Microrrelatos para los aficionados a la escritura y la naturaleza. Animaos a participar, no seáis tontillos!!
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