martes, 24 de junio de 2014

MORCELLA

Ayer se celebró la noche de san Juan -paradójicamente, una fiesta pagana- en muchos lugares de nuestra geografía. En contra de lo que dice la leyenda popular, no es la noche más corta del año; la noche de menor duración (en el hemisferio norte) se corresponde con el solsticio de verano, que puede caer el 20 o el 21 de Junio, pero nunca el día 24.

El rito principal de la noche de san Juan lo constituyen las hogueras; originalmente estaban dedicadas a dar más fuerza al sol, a partir del momento en que los días comienzan a ser más cortos, y a purificar a aquellos que las contemplaban.
Y es en estas hogueras donde chisporrotea nuestra palabra de hoy. ¡Pongamos algo de luz! Morcella, una voz dialectal leonesa de origen incierto, es precisamente la "chispa que salta del pabilo de una luz, y también, en general, de la lumbre o de una hoguera".

Desde la Ensalada esperamos que estas morcellas y llamaradas sanjuaneras sirvan para purificar e iluminae nuestros léxicos un año más. ¡Bendiciones y buenas noches!

jueves, 19 de junio de 2014

ALCANCÍA

Un año más, todo está listo en Peñalsordo para celebrar el Corpus Christi y su fiesta de la Octava. ¡Y, por supuesto, la Ensalada dispuesta a no perdérsela!

En ediciones anteriores conocimos las jocosas mojigangas y los vistosos jopos. Este año descubriremos algo muy característico de la fiesta, cuyo nombre quizá no sea tan conocido...

La fiesta se desarrolla al compás de un continuo y característico redoble de tambor que marca, incansable, Emilio. ¡Pom,potom,pom!
En determinados momentos de la fiesta y a la orden del sargento, que marcha en primer lugar, los cofrades marcan un paso rítmico peculiar y pintoresco. El ritmo se conoce como el ritmo de las alcancías, pero específicamente alcancías es el nombre de ese acompasado baile tradicional.
Es decir, no siempre que suena el ritmo del tambor se bailan las alcancías; se hacen antes y después de las mojigangas, en la recogida de las insignias o en la captura de las vaquillas en el "Cacho Dehesa", por ejemplo. También se representan unas alcancías un poco especiales durante la celebración de la batalla de los caballitos, evento singular que tiene lugar cada cinco años (la próxima edición será en 2018) y que aparece perfectamente descrito en este artículo antropológico.

Pero veamos qué dice la Real Academia al respecto y si tiene algo que ver con el significado peñalsordeño...

El origen del término alcancía es antiguo; procede del árabe hispánico *alkanzíyya, este del árabe clásico kanz 'tesoro', y este del pelvi ganǰ.

Su primera acepción es: "vasija, comúnmente de barro, cerrada, con solo una hendidura estrecha hacia la parte superior, por donde se echan monedas que no se pueden sacar sino rompiendo la vasija". ¡Una hucha! ¡Hasta el típico cerdito casi cabe en esta definición!
Es en el segundo significado donde encontramos algunas referencias que nos resultan un poco más familiares: "bola hueca de barro seco al sol, del tamaño de una naranja, que, llena de ceniza o de flores, servía para hacer tiro corriendo o jugando alcancías". El DRAE recoge propiamente esta expresión, correr o jugar alcancías, indicando que se refiere a "tirárselas [las bolas de barro, se entiende], corriendo montados a caballo, unos a otros, y pararlas con el escudo, donde se quebraban". 
Recuerdan bastante a los caballitos, ¿verdad? En vez de bolas de barro con ceniza son huevos rellenos de serrín, pero se lanzan y se quiebran contra el escudo del "caballito" de delante...

Aún quedan significados variados, que nada tienen que ver con el Corpus, como el "cepillo para limosnas o donativos", en América, o la "olla llena de alquitrán y otras materias inflamables que, encendida, se arrojaba a los enemigos", probablemente desde el matacán, junto al agua hirviendo.

En resumidas cuentas, la relación entre las alcancías de Peñalsordo y las del diccionario es difusa; pudiera ser que, en origen, se denominara alcancías a los caballitos por su similitud con el juego de las bolas de barro y, por extensión, pasara a llamarse así al baile propio de otros momentos de la fiesta. ¿Os ha picado la curiosidad con las alcancías? ¡Pues venid a descubrirlas a nuestro pueblo! ¡Alabado sea el Santísimo Sacramento!

jueves, 12 de junio de 2014

CARIOCA

¡Hoy empieza el evento futbolero por excelencia, el Mundial de Brasil 2014! Y para los brasileños -o brasileros- el fútbol es casi una religión, como para nosotros la lengua y sus curiosidades...

Por eso, antes de que el balón eche a rodar, vamos a intentar aclarar un término que escucharéis infinidad de veces en un contexto erróneo durante los próximos treinta días.

Cariocas, además de ser los rotuladores más famosos de la EGB y unos vistosos e hipnóticos juegos malabares, son para la Real Academia los naturales de Río de Janeiro y todo lo perteneciente o relativo a esta ciudad de Brasil o a su provincia.
Su etimología procede del tupí, una lengua aborigen de la familia guaraní; kari-oca significa 'casa del blanco', por la denominación que dieron los indígenas a una construcción. El nombre se extendió primero al río Carioca hasta llegar a establecerse como gentilicio de la ciudad.
También recoge el DRAE el término fluminense, del latín flumen 'río', para referirse a los nacidos en Río.

Sin embargo, el error común -extendido sobre todo en el ámbito deportivo- consiste en emplear carioca como sinónimo de brasileño, como atestigua el DPD. Este error se debe a que la capital de Brasil, y la ciudad más rica e importante, fue Río de Janeiro hasta la inauguración de Brasilia en 1960.

Así pues, aquellos titulares de prensa que aludan a la afición carioca sólo estarán refiriéndose a una pequeña representación de todos los aficionados del país. Eso sí, en determinadas circunstancias estaremos a favor del error; cuando nos tengamos que enfrentar en la final a la selección carioca solamente podrán saltar al campo cuatro jugadores rivales (Julio César, Ramires, Marcelo y Thiago Silva). ¡¡A por ellos!!

martes, 10 de junio de 2014

ALGARA

¡Parece que se han acabado los días en que salimos a la calle como cebollas andantes! Ya no hace falta salir de casa por la mañana ataviados con cazadoras, sudaderas y camisetas que quitarse a lo largo del día hasta arrepentirse de no haberse puesto el bañador debajo...¡Bienvenidos a la escuela de calor!

Y esta práctica de vestirse con tantas capas como una cebolla nos ha traído a la mente el término de hoy...
Algara, del árabe hispánico alḡilála, y este del árabe clásico ḡalālah o ḡilālah 'túnica', es un sinónimo de fárfara -telilla interior de los huevos-, pero también se denomina así a la "película que tienen la cebolla, el ajo, el puerro, etc., por la parte exterior"; o sea, la piel de las cebollas pero no la cáscara de los huevos. Significados análogos pero opuestos.
Además, el término posee un homógrafo en el DRAE. Con origen etimológico distinto, derivado del árabe hispánico alḡára, y este del árabe clásico ḡārah, algara es la denominación de la "tropa de a caballo que salía a correr y saquear la tierra del enemigo" y de la "correría de esta tropa"; también, antiguamente, a la "vanguardia", la parte de una fuerza armada, que va delante del cuerpo principal.
De esta misma raíz procede la forma algarada, más extendida y que ha ampliado su significado al tumulto causado por algún tropel de gente.
¡Qué definiciones tan precisas nos guarda nuestro diccionario! ¡Tan finas como la telilla de un huevo o la piel de una cebolla...tan delicadas como una fárfara o una algara!

miércoles, 4 de junio de 2014

CAMPECHANO/A

Pues no sabemos si os habréis enterado pero, por lo visto, ha abdicado el rey de España...
No vamos a añadir nada nuevo porque, en sólo 48 horas, se ha escrito todo lo que se podía escribir al respecto; probablemente incluso más. Pero sí vamos a sacar algo de punta lingüística a uno de los términos más reiterados en estos días.

¡Juan Carlos es muy campechano! La frase más repetida durante los 39 años de su reinado, a pesar de haber nacido en Roma. ¡No, no es que sintamos antipatía por los pobres romanos ni por los italianos en general! Enseguida lo entenderéis...

Según la Real -nunca mejor dicho- Academia, campechano/a es la persona natural de Campeche y todo lo perteneciente o relativo a esta ciudad de México o a su Estado. ¡Entonces? ¿Qué tiene que ver nuestro monarca con los cuates mexicanos si no comparten cuna?

Pues, si seguimos desgranando la entrada del DRAE, se indica que campechano/a puede referirse a alguien "que se comporta con llaneza y cordialidad, sin imponer distancia en el trato" y, coloquialmente, a alguien "franco, dispuesto para cualquier broma o diversión", a alguien "dadivoso" [liberal, generoso, propenso a hacer dádivas] o a alguien "afable, sencillo, que no muestra interés alguno por las ceremonias y formulismos". 

Que juzgue cada uno la cualidad que se le otorga al rey pero, ¿cuál es la razón de agrupar tantas virtudes en un solo vocablo? El lexicón académico incluye una nota etimológica en la acepción relativa a la llaneza y la cordialidad: se achaca a la fama de cordialidad de que gozan los naturales de Campeche, tierra de vida placentera según la creencia popular. Entendemos que el resto de acepciones virtuosas vendrán por extensión.

¿Tendrá también el heredero, Felipe VI, "raíces" aztecas? Si las cosas no cambian repentinamente, parece que tendremos tiempo de comprobarlo...