El pasado fin de semana descubrimos una palabra de las que mola descubrir y como mola descubrirlas, por casualidad.
Queríamos comprobar si el DRAE recogía en la entrada de ladrar alguna acepción para la expresión: ¿qué ladras? Para los que os haya picado la curiosidad, la respuesta es sí; la segunda acepción señala que ladrar, coloquialmente, es "amenazar sin acometer" mientras que la tercera, también coloquial, es "impugnar, motejar, de ordinario con malignidad".
La cuestión es que, por un error de escritura, nos encontramos con esto:
Y claro, tuvimos que investigar las alternativas...
¡Nos encantó aladar! Procedente del árabe hispánico *al‘aḏár, y este del árabe clásico ‘iḏār, este vocablo es la denominación para el "mechón de pelo que cae sobre cada una de las sienes"; es más usado en plural aunque nosotros no lo habíamos escuchado de ninguna de las dos formas.
¡Pero descubrimos algo más! Aladar fue el nombre elegido por Disney para el iguanodonte protagonista de su película Dinosaur (2000), el primer largometraje en el que Disney empleó la animación digital.
¡Una simpática criatura tan desconocida para nosotros como el simpático término y los simpáticos mechones!
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