jueves, 1 de diciembre de 2011

LUMIA

Nos hemos quedado estupefactos cuando hemos visto este anuncio en televisión sobre un modelo de teléfono móvil denominado Lumia. ¡¡Ya teníamos previsto dedicar una entrada a este vocablo, pero nunca imaginamos que en este contexto...!!

Y es que lumia, lumi en lenguaje de barrio, es un término poco usado y de origen incierto, que define la Real Academia como sinónimo de prostituta, sin ninguna otra acepción. ¡Así que es una forma más para referirse a la que dicen que es la profesión más antigua del mundo!
Aparte de las incontables alternativas que desarrolla continuamente el imaginario popular, la RAE nos ofrece una amplia gama para denominar este oficio. Desde las más bruscas y despectivas como furcia, fulana, pendona, golfa, pelandusca (pelandrusca también ha sido admitida en la última revisión), buscona, lagartona, perra o zorra (aunque un juez aficionado a la lingüística haya considerado recientemente que no debería entrar en este grupo), hasta las formas más refinadas como hetera, hetaira, meretriz, pecadora, esquinera o pupila; sin olvidarnos de los eufemismos y artificios del lenguaje como mujer pública, perdida, mundana, del partido, de punto, o incluso del arte. Sin embargo llama la atención que no estén recogidas otras formas comunes como mujer de la calle, de vida alegre o de mala vida.

Pero este no es el primer caso de este tipo. Los creativos de Nokia no han sido los primeros en patinar con la denominación innovadora de algún producto comercial; ni siquiera han sido originales con la temática. Es algo relativamente habitual en la industria automovilística y el precedente ya lo sentaron los creadores del Mazda Laputa.

Otros modelos igualmente singulares fueron el Nissan Moco, el Mitsubishi Pajero o el Lamborghini Reventón.



Así que esa es la lección de hoy. Si tenéis pensado patentar algún invento, os recomendamos que deis una vueltecita previa a los traductores, si no queréis que la lengua os juegue una mala pasada empresarial.

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