viernes, 22 de noviembre de 2013

INEFABLE

Recientemente Cuarto Milenio, el exitoso programa en el que participa Carlos Largo, nuestro colaborador misterioso, ha cumplido su octavo aniversario. ¡Desde aquí nuestra enhorabuena para todos los buscadores de historias de este espacio televisivo!
Gracias a ellos, a lo largo de estos años, hemos conocido historias inimaginables, enigmas indescifrables, monstruos indomables, enfermedades incurables, espectros invisibles, tesoros incalculables, peligros insondables, testimonios increíbles, temores insoportables y así, una lista interminable de relatos y leyendas indescriptibles.

¿Os habéis fijado, no? Hemos empleado una larga serie de adjetivos formados a partir del prefijo in-, que indica negación o privación, y el sufijo -ble (-able o -ible), que forma adjetivos verbales e indica capacidad o aptitud para recibir la acción del verbo.
Por el tipo de construcción tan sencilla es fácil conocer sus significados; sin embargo, Íker Jiménez utiliza con cierta frecuencia un término con la misma estructura cuyo significado no es tan evidente...

En ocasiones, el capitán de la nave del misterio nos presenta alguna experiencia, situación o suceso que define como inefable. La pregunta es evidente, ¿cómo es algo inefable? ¿Aquello que no se puede "efar"? ¡Esto sí que es un misterio!
Pues resulta que inefable procede directamente del latín ineffabĭlis, indecible, y el DRAE lo define como "que no se puede explicar con palabras". ¡Desde luego, muy apropiado para los casos que nos plantea el programa...!

¡Suerte que el descubrimiento de este vocablo no ha sido precisamente inefable!

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